Soy invisible,
transparente,
traslúcida.
Nunca seré digna de tu mirada
porque sólo te ves a ti,
sólo te oyes a ti,
sólo te sientes a ti.
No hay tiempo para la caricia
ni para el beso.
Perdona si estoy llena de sueños.
Ciego que aúlla en la noche.
Me quedé sin palabras
ni lágrimas para llorarte.
(Susu, febrero de 2018)