Sí dudé. Dudé como tantas otras veces. Dudar forma parte de mi personalidad. Cuestionar las cosas y dudar de todo.
También pienso que la verdad es calidoscópica. Que hay muchas miradas distintas posibles. Eso a veces no es fácil de gestionar porque el margen es demasiado amplio y pareciera que una dudara hasta de su nombre.
A veces hay que pararse y elegir. Y lo hago pensando que la otra opción seguramente también estaría bien.
Por eso cuando el otro día me llegó ese enlace y varios comentarios de que yo salía en un vídeo porno, me pudo la curiosidad.
¿Quién sería esa persona que recordaba tanto a mí? ¿Tal vez alguien habría usurpado mi nombre?
¿Por qué me incomoda que me relacionen con el porno?
Es verdad que en mis inicios como artista me tocó lidiar con algún que otro desnudo pero en ningún caso era porno.
Por otra parte, no tengo nada en contra del porno aunque mentiría si dijera que me parece una buena escuela.
Preferiría que mis hijos desarrollaran su sexualidad de una manera un poco más libre y sobre un terreno real.
Me explicaré brevemente:
Parto de que cada persona es un mundo. De que hay que ser capaz de salirse del guión. Y los matices son importantes. Por ello el porno, en general, me parece a veces claustrofóbico y basado en el estereotipo.
La sexualidad puede nutrirse también de otras cosas que no sean el incesto, la violación, la orgía, la zoofilia, la necrofilia, y la tortura.
Estos son temas tan antiguos como la humanidad misma pero también existen otras maneras de sentir placer. No sólo a través del dolor.
Se puede sentir placer a través del placer mismo. Retroalimentar la sexualidad mediante el Amor a la vida.
Una sexualidad basada en la curiosidad, en la sanación, en la respiración, en la libertad mental, en la ausencia de estereotipos y de prejuicios, en la conexión con la Naturaleza, en el Amor, en vivir ese momento con esa persona como algo único e irrepetible me parece mucho más interesante.
En el porno pareciera que todas las mujeres y los hombres fueran clones que actúaran de una forma parecida.
Y si nos ponemos minuciosos, de entrada las vaginas y los penes de las personas son bien diferentes lo cuál requiere de formas distintas de manipulación.
Pero no sólo eso, es que los cerebros de las personas son diferentes.
A veces, a lo largo de la vida, he echado de menos que se hablara más a menudo de sexualidad con honestidad.
Imaginaros un vídeo porno en el que ella o él de pronto detuviera la situación para añadir algo así como: —disculpa, te has venido arriba y me estás pellizcando. ¿Podrías ser un poco más suave?
A veces uno piensa que cuanta más gente mirando más emoción, más entrega. Puede ser excitante que nos miren, pero, y ¿si te sucediera lo contrario? Y ¿si eso te inhibiera?
Creo que lo que no me convence del porno es la ausencia de Sujeto pensante y sintiente, la ausencia de emoción real y de espontaneidad. La ausencia de decisión y de sentido.
Tampoco se habla ni se muestra la importancia del ritmo, de la respiración. Por eso los músicos suelen ser amantes deseados porque piensan en las cosas rítmicamente y tienen mucho aguante.
No me extiendo más que esto empieza a parecerse a una clase sobre sexualidad.
En cualquier caso, abrí ese enlace para ver quién era la señorita que se parecía tanto a mí como para que el rumor de que yo salía en un vídeo porno hubiera llegado hasta mi messenger.
Y era nada más y nada menos que un virus. Entonces sólo por el hecho de abrirlo, ese mismo enlace fue enviado a todos mis contactos y me vi obligada a cerrar dispositivos y cambiar contraseñas además de informar a todos de lo sucedido.
Yo que estaba en el Valle tratando de desconectar de cosas absurdas como estas me encontré metida en un bucle de lo más prosaico.
Esta mañana aún me seguían preguntando; ¿me has enviado tú este vídeo? De ahí la necesidad de expresarme. Que al menos sirva de excusa para escribir algo.
No, aún no me ha dado por el porno. Sería una mala actriz porno porque siempre necesito decir lo que siento de verdad.
Y si un día rodara una película porno la cual cosa no descarto, nunca se sabe, lo haría como directora para poder narrar todos esos matices invisibles de los que casi nadie habla.
Afortunadamente la gente que ya me conoce lo huele y no abre el maldito enlace.
Susu