Como hemos dicho antes Ahimsa es un término sánscrito que significa respetar la vida y practicar la no violencia. Forma parte de los Yama del Yoga.
No violencia ni en obra, ni en palabra ó pensamiento. La gente que habla mal, que dice palabrotas ó no hace más que criticar a los demás también cae en no respetar la Ahimsa. Este precepto puede utilizarse hacia los demás pero también hacia uno mismo. También debemos practicar la no violencia hacia nosotros mismos. Respetarnos y respetar nuestra vida.
No deberíamos nunca forzar nuestro cuerpo ni maltratarlo. Y si lo hacemos, observa cómo te sientes y decide conscientemente si eso es lo que verdaderamente quieres. Tal vez no lo sepas pero el maltrato también puede ser el área de confort de quien no ha conocido otra cosa.
Algunos deportistas muy homenajeados y queridos fuerzan su cuerpo diario mientras los demás les aplauden. Entrenan desde pequeños y no han conocido otra cosa. Ellos no son conscientes de que el precio que han de pagar es que agotan sus reservas energéticas. Cuando pasan sus años dorados luego nos explican cómo tuvieron que sacrificarse y dejarlo todo para conseguir esas medallas. Cómo no respetaron su cuerpo muchas veces por conseguir una medalla más.
Muchos de ellos terminan lesionados o teniendo que dejar el deporte a muy corta edad. Algunos, también terminan practicando yoga para equilibrar ese sobre esfuerzo al que les acostumbraron sus padres ó tutores desde pequeños.
A veces me pregunto por qué nuestra sociedad aplaude tanto al maltrato. Y creo que es porque la sociedad tiende a aburrirse y siempre necesita circo y espectáculo. Y para ello necesita gente que se preste.
Sólo consiguen llegar a lo más alto aquellos que con su sacrificio aceptan ser maltratados por los demás.
Muchos se quejan de que los deportistas, actores y cantantes cobran demasiado dinero pero nadie se para a pensar hasta qué punto son diariamente maltratados. Despojados de su intimidad y hasta de su capacidad de decisión. No hay dinero en el mundo que compense eso.
Es bueno superarse pero nunca machacándose. Y por supuesto hay que darse tiempo para reponer fuerzas y descansar.
La relajación es tan importante como la acción. Sin relajación y sin respiración yóguica lo que hacemos es gimnasia y siempre correremos peligro de lesionarnos.
Uno de los secretos mejor guardados del yoga es que ayuda a retrasar el envejecimiento pero esto es sólo posible si quien lo practica se entrega y respeta su ética; Yama y Niyama, su acción; Asana y Pranayama, practicar las posturas y los ejercicios respiratorios, su Pratyahara, llevar los sentidos hacia adentro, y el Samadhi, liberarse del ruido mediante la meditación.
El yoga es todo un arte que requiere de tejer un poco cada día.
Aprender a dosificar tu energía y a cuidar tus reservas y potenciarlas es fundamental y todo ello se basa en la respiración yóguica.
Un buena respiración yóguica es la clave para una vida más saludable.
Espero que os pueda ser de utilidad.
Namaste